¿Dónde estacionará el Sernac?

Francisco Armanet

Hace pocas semanas, el director del Sernac mediante oficio enviado a los principales centros comerciales de este país exigió que el servicio de estacionamiento de estos establecimientos fuese gratuito para sus clientes. El señor Peribonio sostuvo: “Es evidente que el servicio de estacionamiento tiene que ser gratuito para los consumidores” y entregó dos argumentos que violentan el intelecto de estudiantes de enseñanza básica. Por otro lado, haber hecho exigible la gratuidad de estacionamientos sólo a los centros comerciales y no a las clínicas, hoteles y otros establecimientos constituyó una discriminación inaceptable por parte de la autoridad.



Con ordinaria frecuencia asisto por las mañanas al hotel Hyatt donde trato de estacionarme en la parte trasera del establecimiento. Dado que el hotel no tiene un sistema de acceso controlado y no cobra por aparcar, resulta muy difícil encontrar un lugar disponible porque los estacionamientos son ocupados gratuitamente por dependientes de las tiendas del Parque Arauco que está ubicado en su costado oriente. La cadena hotelera, utilizando el criterio del funcionario público, realiza una pésima gestión de sus clientes y destruye valor para sus accionistas.

Si las tarifas son transparentes e informadas a los clientes, el cobro no sólo es perfectamente lícito, sino que conveniente para la sociedad porque permite la correcta asignación de recursos escasos.

Es consustancial a la actividad de los empresarios y ejecutivos, que éstos estén permanentemente mejorando su gestión encontrando formulas que permitan hacer una mejor administración de sus clientes. Para nadie es un misterio que un cliente de gran margen y leal a una clínica, un hotel o un shopping center se sienta perjudicado cuando éste se ve obligado a pagar por el servicio de estacionar su vehículo. Estas instituciones debieran encontrar fórmulas para establecer tarifas diferenciadas dependiendo del consumo, pero hay problemas tecnológicos y operativos que dificultan esta labor. Sin embargo, la gestión de clientes debe hacerse dentro del marco de la libertad constitucional que tienen los empresarios para administrar sus compañías. De ahí a que burócratas públicos intenten hacerlo por las empresas, es inaceptable en una economía social de mercado.

Afortunadamente, este gobierno cuenta con un número muy significativo de profesionales de excepción que alzaron su voz ante la ignorancia de los funcionarios del Sernac. Así fue como afortunadamente los ministros de transportes y vivienda, junto al subsecretario de economía pusieron los puntos sobre las íes.

No me cabe duda que existe buena intención del señor Peribonio, pero cuando la ignorancia es manifiesta y los errores son recurrentes, el primer mandatario debe preguntarse si es conveniente para los intereses de la nación mantener en cargos altamente técnicos a personas sin una formación profesional adecuada. Es muy posible que el director del Sernac se sienta más cómodo estacionando su vehículo en la Plaza Bolívar de Caracas y colaborar con el gobierno de Chávez que seguir participando en la administración del presidente Piñera.